Descripción
Los niños que tienen problemas para mantenerse sentados durante las comidas, las conversaciones, los viajes en auto, las compras en el supermercado, las actividades en la escuela, mirando una película, o cualquier otra situación parecida, se sentirán aliviados por las vibraciones de este Almohadón.
Mientras que son ideales para cualquier niño con energía, estos Almohadones sensoriales son particularmente útiles para niños con necesidades especiales, como ser niños con Autismo, TDAH, o con Desorden de Procesamiento Sensorial. Los vibraciones de estos Almohadones pueden calmar a los niños que precisan input sensorial o ayudar a entrenar a niños con hipersensibilidad a que puedan tolerar las sensaciones.
Los Almohadones que Vibran de “Senseez” pueden usarse en la casa, en la escuela, en un restaurant cuando salimos a comer, cuando vamos al cine, al médico, al club, o donde sea que vayamos.
¿Cómo funcionan?
¡Muy fácil! El Almohadón funciona por compresión. Cuando es presionado o cuando nos sentamos encima, comienzan las vibraciones.
¿Tienen un switch de encendido/apagado?
No. Empiezan a funcionar tan pronto son presionados, brindando satisfacción inmediata y vibraciones relajantes. Para frenar las vibraciones solo hay que dejar de presionarlo. También se pueden remover las pilas para viajes largos.
¿Cuál es su fuente de energía?
Los Almohadones funcionan con dos pilas AA (no incluídas).
¿Se puede dormir con el Almohadón?
El Almohadón que Vibra de “Senseez” esta diseñado para ser más beneficioso para el que lo usa cuando es presionado o cuando nos sentamos encima. No se recomienda su uso como si fuera una almohada, aunque hay ciertas personas a las que les gusta abrazarse al Almohadón porque sus vibraciones los ayudan a relajarse para dormir.
¿Cuáles son las edades recomendadas para su uso?
Se recomienda su uso en niños a partir de los 3 años en adelante.
El Almohadón que Vibra de “Senseez” es ideal para todo aquél que…
– Tenga dificultad para quedarse sentado durante períodos cortos o largos de tiempo.
– Que se distrae fácilmente.
– Que posee sensibilidad táctil.
– Que tiene problemas de concentración.
– Que precisa ayuda para relajarse o que le cuesta calmarse.
– Que tiene problemas para dormir.
– ¡O que simplemente le gusta recibir masajes!